DÍA
PRIMERO
¡OH
Padre Eterno, Dios Todopoderoso! Te alabamos, te bendecimos y te damos gracias
por todas las cualidades y virtudes que regalaste a tu Siervo José Gregorio,
especialmente por su inmenso amor hacia los débiles, pobres y enfermos.
Tú nos has dicho: “Quien ayuda al pobre, ayuda Dios, y Dios le
recompensará”. Por eso nos atrevemos a pedir por medio de tu amado Siervo
el favor que humildemente estamos recordándote en esta novena.
Te lo
pedimos por los méritos de Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.
Aquí
se pide la gracia que se desea.
(Padre
Nuestro y Ave María)
DÍA
SEGUNDO
¡OH
Hijo Amadísimo de Dios! Que te has hecho hombre por amor nuestro y te has
quedado en la Santa Hostia en los altares para ser nuestro alimento.
Gracias
te damos por el inmenso amor que concediste a tu Siervo José Gregorio hacia la
Eucaristía, la Comunión y la Santa Misa. Haz que como él, también
nosotros recordemos siempre con gran fe tus promesas:
“YO
SOY el Pan de Vida bajado del Cielo. Quien coma de este Pan vivirá
eternamente, no tendrá la muerte eterna y Yo lo resucitaré en el último
día”.
Por
intercesión de tu Siervo te pedimos confiadamente la gracia que tanto estamos
necesitando.
Aquí
se pide la gracia que se desea.
(Padre
Nuestro, Ave María y Gloria)
DÍA
TERCERO
¡OH
Espíritu Santo!, Guía de las almas hacia la virtud y la santidad. Nuestro
Redentor nos dejó dicho:
“Cuando
venga el Espíritu Santo, Él os lo enseñará todo y os guiará hacia la
verdad”.
Te
pedimos con toda fe que seas cada día quien ilumine nuestros pasos por el
camino de la virtud, alejándonos siempre del pecado y del vicio.
Y por
intercesión de tu Siervo José Gregorio te imploramos el favor que tanto estamos
necesitando.
Aquí
se pide la gracia que se desea.
(Padre
Nuestro, Ave María y Gloria)
DÍA
CUARTO
¡OH
Padre Celestial! Que has visitado y redimido a tu pueblo suscitándonos un
Salvador en la persona de tu propio Hijo, según lo habías anunciado por los
profetas, y por medio de Él nos libras de los enemigos de nuestra alma y
realizas con nosotros la misericordia que tuviste con nuestros antepasados,
recordando tu Santa Alianza y el juramento de ayuda que hiciste a nuestro Padre
Abraham.
Gracias
te damos por el gran amor que tu Siervo José Gregorio tuvo hacia nuestro amado
Redentor, recordando frecuentemente los dolores de su Pasión y las enseñanzas
de tu amado Siervo, te pedimos con gran esperanza de ser escuchados, la gracia
que en esta novena te estamos implorando. Te la pedimos por los méritos
de Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.
Aquí
se pide la gracia que se desea.
(Padre
Nuestro, Ave María y Gloria)
DÍA
QUINTO
¡OH
Amadísimo Redentor Nuestro!: Hoy queremos recordar tu santísima pasión
meditando las palabras que el Profeta dijo acerca de Ti: “Miradlo cómo lo han
dejado nuestros pecados, despreciado. Varón de dolores. Humillado,
herido, traspasado, triturado por nuestros pecados. Su castigo nos salvó
a nosotros. Por sus llagas fuimos curados. El ha cargado con todos
nuestros pecados. Fue llevado al matadero como un manso cordero, sin
protestar, sin abrir su boca. Le dieron a beber hiel y vinagre. Se
repartieron sus vestidos. Traspasaron sus manos y sus pies y se pueden
contar todos sus huesos”. Gracias te damos por el amor que inspiraste a
tu Siervo José Gregorio hacia Ti y hacia todos los que sufren. Por tu
intercesión te pedimos humildemente la gracia que estamos necesitando.
Amén.
Aquí
se pide la gracia que se desea.
(Padre
Nuestro, Ave María y Gloria)
DÍA
SEXTO
¡OH
Espíritu Santo! Enviado por nuestro amable Redentor para librarnos del error y
darnos un especial gusto por la virtud y las obras buenas: hoy te pedimos
con toda fe nos concedas el mismo espíritu de resignación y paz que tuvo
Jesucristo Nuestro Señor cuando en el Huerto de los Olivos oraba diciendo:
“Padre, si es posible aleja de mí estos sufrimientos. Pero que no se haga
lo que Yo quiero sino lo que quieras Tú. Si no es posible que se alejen
de mí estos sufrimientos, hágase tu Voluntad”. Por medio de tu fiel
Siervo José Gregorio a quien le concediste no sólo la gracia de curar los
males, sino de hacer soportar con gran paciencia las penas que la Providencia
quiere que suframos, haz, te lo suplicamos, que si conviene para bien de
nuestras almas obtengamos el favor especial que con nuestra oración estamos
implorando en esta novena.
Amén.
Aquí
se pide la gracia que se desea.
(Padre
Nuestro, Ave María y Gloria)
DÍA
SÉPTIMO
¡Padre
Misericordioso siempre dispuesto al perdón! Agobiados por el
recuerdo de nuestros muchos pecados queremos rezarte hoy arrepentidos la
preciosa oración que te compuso tu Siervo el profeta David:
“Misericordia
Dios mío por tu bondad. Por tu inmensa compasión borra mi
culpa. Borra del todo mi pecado. Purifícame de mis
culpas, pues yo reconozco mis faltas. Tengo siempre presente mis
pecados. Contra ti, contra ti, sólo pequé: Cometí la
maldad que aborreces.
Te
gusta un corazón sincero y en mi interior me recomiendas
sabiduría. Purifícame y quedaré más blanco que la
nieve. Aparta de mi pecado tu vista. Borra en
mí toda culpa. ¡OH Dios, crea en mí un corazón
puro! No me arrojes lejos de tu presencia. No alejes de
mí tu Santo Espíritu. Líbrame del castigo que merezco. Otros
sacrificios quizás no quieres hoy. Mi sacrificio es un espíritu
arrepentido. Un espíritu arrepentido humillado, Tú no lo
desprecias. En cambio enseñaré a otros tus
doctrinas. Haré que pecadores se vuelvan tuyos y proclamaré tus
alabanzas siempre, siempre”. Amén, Aleluya.
Por
la intercesión de tu siervo José Gregorio te pedimos con toda fe la gracia que
te estamos suplicando en esta novena.
Aquí
se pide la gracia que se desea.
(Padre
Nuestro, Ave María y Gloria)
DÍA
OCTAVO
¡Señor
Nuestro Jesucristo, Salvador de todos los que creen en Ti! Postrados ante
tu Santísima presencia te rogamos con el mayor fervor, que imprimas en nuestro
corazón los más vivos sentimientos de fe, esperanza, caridad, dolor de nuestros
pecados y propósitos de jamás ofenderte, mientras que nosotros llenos de amor y
compasión vamos considerando tus cinco llagas, comenzando por aquellas palabras
del Profeta: "Han taladrado mis manos y mis pies y se pueden contar
todos mis huesos”.
Alma
de Cristo, santifícanos. Cuerpo de Cristo, sálvanos. Sangre de
Cristo, embriáganos. Agua del Costado de Cristo, lávanos. Pasión de
Cristo, confórtanos.
¡OH buen Jesús, óyenos! Dentro de tus llagas, escóndenos. No
permitas que nos apartemos de Ti. Del enemigo malo defiéndenos.
A la
hora de la muerte llámanos y mándanos ir a Ti para que con tus santos te
alabemos por los siglos de los siglos.
Amén.
Por
intercesión de tu Siervo José Gregorio te pedimos la gracia que en esta novena,
te estamos suplicando.
Aquí
se pide la gracia que se desea.
(Padre
Nuestro, Ave María y Gloria)
DÍA
NOVENO
¡OH
Espíritu Santo! Que en tu siervo José Gregorio suscitaste una inmensa devoción
a la Santísima Virgen. Queremos honrarte rezando la oración que la misma
Madre de Dios compuso inspirada por Ti:
“Proclama
mi alma la grandeza del Señor. Se alegra mi espíritu en Dios mi salvador,
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde
ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el poderoso ha hecho obras
grandes por mí. Su nombre es Santo y su misericordia llega a sus fieles de
generación en generación.
Él
hace maravillas con su brazo. Dispersa a los orgullosos de corazón y
derriba a los poderosos. Eleva a los humildes y a los necesitados los
llena de bienes, pero a los que se creen ricos los despide vacíos.
Alabado
sea para siempre el Nombre del Señor”.
Por
intercesión de tu siervo José Gregorio dígnate concedernos la gracia que tan
confiadamente te estamos suplicando, si ha de servir para tu gloria y para
nuestro bien.
Amén.
Aquí
se pide la gracia que se desea.
(Padre
Nuestro, Ave María y Gloria)
ORACIÓN AL SIERVO DE DIOS
DR.
JOSÉ GREGORIO HERNÁNDEZ
¡OH
Señor Dios mío, Todopoderoso! Que tanto has bendecido a tu amado siervo José
Gregorio, y que por tu gran misericordia le has dado el poder de curar enfermos
y socorrer a los necesitados, concédele Señor la gracia de curarme como médico
espiritual de mi alma y de mi cuerpo, si ha de ser para tu gloria.
Te
pido esto Señor mío en nombre de tu amado Hijo quien nos recomendaba estas
bellas enseñanzas: “Pedid y se os dará. Todo el que pide recibe.
Pero pedid con fe. Todo es posible para quien tiene fe. Todo lo que
pidiéreis al Padre en mi nombre os lo concederá”.
Concédenos
estas gracias que necesitamos, en nombre de nuestro Señor Jesucristo quien nos
enseñó a orar diciendo: Padre Nuestro...
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Para
obtener favores del Siervo de Dios José Gregorio Hernández.
¡OH
Trinidad amabilísima!: En Ti creo, en Ti espero y te amo con todo mi
corazón. Te pido que llenes mi alma de tu gracia y me conserves siempre
en tu amistad.
¡Señor
Dios Rey Todopoderoso!: En Tus manos están puestas todas las
cosas. Si Tú quieres salvar a tu pueblo no hay quien pueda
resistir a tu voluntad. Tú has hecho el Cielo y la
Tierra y todo cuanto en ellos se contiene. Tú eres el
dueño del universo y nada puede oponerse a tu querer. Por tanto ahora,
Señor Dios de nuestros Padres, ten piedad de nosotros porque las adversidades
tratan de perdernos y de acabar con nuestra paz. No dejes de
escuchar a estos tus siervos que rescataste con la Preciosa Sangre
de Tu Único Hijo.
Muéstrate
compasivo con nosotros. Cambia nuestro llanto en gozo, para que
consiguiendo las gracias que te imploramos, alabemos Señor tu nombre y no dejen
nuestros labios de proclamar tus alabanzas.
Te
adoramos y bendecimos por las extraordinarias gracias que concediste a tu
Siervo José Gregorio, especialmente por aquella de amarte a Ti sobre
todas las cosas y amar al prójimo como a sí mismo, en lo cual está resumido
todo lo que tu Ley y tus profetas nos han recomendado. Por esa
especial caridad de tu amado siervo, te pedimos nos asistas en todas nuestras
necesidades, especialmente en ésta que te recomendamos hoy.
Dígnate
Trinidad misericordiosísima oír a tu Siervo, concediéndonos el favor que te
pedimos si es para mayor gloria tuya y bien de nuestra alma.
Te lo
pedimos por los méritos de Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.